Relatos Áfricanos
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A Isak Dinesen, que en su descripción del aire de África de su novela "Memorias de África", me hizo soñar con respirarlo algún día. A África y sus gentes, para que no me cure nunca de su mal. Viajar no es tan sólo moverse en el espacio. Más que eso, es acomodar el espíritu, predisponer el alma y aprender de nuevo Ortega y Gasset Al recordar una estancia en las tierras altas africanas te impresiona el sentimiento de haber vivido durante un tiempo en el aire. A mediodía el aire estaba vivo sobre la tierra, como una llama; centelleaba, se ondulaba y brillaba como agua fluyendo, reflejaba y duplicaba todos los objetos, creando una gran Fata Morgana. Allí arriba respirabas a gusto y absorbías seguridad vital y ligereza de corazón. En las tierras altas te despertabas por la mañana y pensabas: "Estoy donde debo estar". Isak Dinesen, "Memorias de África"
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